lunes, 7 de marzo de 2011

Sinceridad.

Leo, sinceramente,
la sinceridad
de tus ojos negros.
sin ceder ante ti,
ni ante mí,
ni ande Dios
leo sinceramente
sin lograr ceder.
Duermo
do el cielo no despide más que brasas fugitivas
en la penumbra
y todo,
igual que tus ojos negros,
es sinceridad,
en donde leo siempre,
siempre,
sin ceder ante dios,
ni ante mí, pero, por alguna razón,
siempre,
siempre,
contra ti.

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