Pues sucede que hoy fui al centro con S., su amiga M., y también con Y., aunque no estoy tan seguro de que su nombre se escriba así. Después de tomarme una foto con el Oso Charmín, ver delincuentes en el subway y correr por las escaleras como niño; era tiempo de regresar. Entonces, en mi andar de regreso, me topé con un payaso mientras estaba sentado, de esos que hacen el show y demás. Cuando se acercó a mí, me vió y puso su rostro de una forma extraña, como si le desconcertara algo, y me dijo: -¡Hola! Regálame una sonrisa y te regalo un dulce.- Acto seguido: sonreí y me regaló un pulparindo. xD
Fue muy extraño. Me siento bien. Defino bien: tranquilo.
Estoy a punto de escribir un buen poema que traigo en mente. Quizá en el siguiente post o hasta que vuelva a despertar, anyway, termino esto.
Da zvidania!
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